La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
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Kouran von AS
PataNegra
Sir Alex
Falquian
Eudora
9 participantes
:: La cuadratura del círculo :: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
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La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Grábame como un sello sobre tu corazón,
como un sello sobre tu brazo,
porque el Amor es fuerte como la Muerte,
inflexibles como el Abismo son los celos.
Sus flechas son flechas de fuego,
sus llamas, llamas del Señor.
Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor,
ni los ríos anegarlo.
Si alguien ofreciera toda su fortuna
a cambio del amor,
tan sólo conseguiría desprecio.
Por si alguno lo pensó.... no es mío.... el que lo sepa, se gana cervecita en la sala del buen yantar.
como un sello sobre tu brazo,
porque el Amor es fuerte como la Muerte,
inflexibles como el Abismo son los celos.
Sus flechas son flechas de fuego,
sus llamas, llamas del Señor.
Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor,
ni los ríos anegarlo.
Si alguien ofreciera toda su fortuna
a cambio del amor,
tan sólo conseguiría desprecio.
Por si alguno lo pensó.... no es mío.... el que lo sepa, se gana cervecita en la sala del buen yantar.
Eudora-
Libaciones : 5419
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Humor : Mutable, como buena géminis
Falquian- Libaciones : 152
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Lo importante es ver como pueden pasar los milenios, cambiar la cultura y la religión.... pero el amor siempre permanece...
Eudora-
Libaciones : 5419
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Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Desmayarse, atreverse…
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho ofendido receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que el cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho ofendido receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que el cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
Eudora-
Libaciones : 5419
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Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Lope Félix de Vega y Carpio(Lope de Vega)
Falquian- Libaciones : 152
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Ja ja, va a parecer que estamos en un concurso....
Eudora-
Libaciones : 5419
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Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
No vale, Falquian gana en todas...
Sir Alex- Libaciones : 608
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Eudora-
Libaciones : 5419
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Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Piel de Manzana
A esa muchacha
que dio a morder
su piel de manzana
cuando Cupido
plantaba un nido
en cualquier ventana.
A esa muchacha
que tuvo al barrio
guardando cola
y revoloteando
como polillas
en las farolas.
A esa muchacha que fue "Piel de Manzana"
se le quebró el corazón de porcelana,
se le bebieron de un trago la sonrisa.
La primavera con ella tuvo prisa.
Y quién me hace entender
que la entretuve ayer
temblándome en las manos.
Maldigo el no poder
volvernos a esconder
en el último rellano
y a oscuras, compartir
un ramillete de promesas
y oír, sobre las diez:
«Niña, la hora que es y sin poner la mesa».
Muchachas tristes
que florecisteis
en mis aceras,
bien poco ha escrito
en vuestros cuadernos
la primavera...
...y llega el invierno.
A esa muchacha
que dio a morder
su piel de manzana
cuando Cupido
plantaba un nido
en cualquier ventana.
A esa muchacha
que tuvo al barrio
guardando cola
y revoloteando
como polillas
en las farolas.
A esa muchacha que fue "Piel de Manzana"
se le quebró el corazón de porcelana,
se le bebieron de un trago la sonrisa.
La primavera con ella tuvo prisa.
Y quién me hace entender
que la entretuve ayer
temblándome en las manos.
Maldigo el no poder
volvernos a esconder
en el último rellano
y a oscuras, compartir
un ramillete de promesas
y oír, sobre las diez:
«Niña, la hora que es y sin poner la mesa».
Muchachas tristes
que florecisteis
en mis aceras,
bien poco ha escrito
en vuestros cuadernos
la primavera...
...y llega el invierno.
Eudora-
Libaciones : 5419
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Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Amor constantes es de FRANCISCO DE QUEVEDO.
Para Piel de Manzana es del genial poeta contemporaneo Joan "nano"Manuel Serrat.
Para Piel de Manzana es del genial poeta contemporaneo Joan "nano"Manuel Serrat.
Falquian- Libaciones : 152
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Querido, van a pensar que nos hemos puesto de acuerdo....
Eudora-
Libaciones : 5419
Se ubica : Los madriles...
Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Perdon mi bella dama prometo dejar pasar unos dias y si no ahi aciertos posteare yo.
Falquian- Libaciones : 152
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Ja ja nada que perdonar.... si eres el único que me hace caso....
Eudora-
Libaciones : 5419
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Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
A ver si saben este,es un poema hecho cancion pro un grupo folclorico argentino .
Mira cómo se me pone
la piel, cuando te recuerdo...
Por la garganta me sube
un río de sangre fresco,
de la herida que atraviesa,
de parte a parte mi cuerpo.
Tengo clavos en las manos,
y cuchillos en los dedos,
y en mi sien, una corona
hecha de alfileres negros.
Mira cómo se me pone
la piel, ca vez que me acuerdo
que soy un hombre casao...
¡Y sin embargo, te quiero!
Entre tu casa y mi casa
hay un muro de silencio;
de ortigas y de chumberas,
de cal, de arenas, de viento,
de madreselvas oscuras
y de vidrios en acecho.
Un muro para que nunca
lo pueda saltar el pueblo,
que anda rondando la llave
que guarda nuestro secreto.
Y yo bien sé que me quieres,
y tú sabes que te quiero,
y lo sabemos los dos,
y nadie puede saberlo...
¡Ay, pena, penita, pena
de nuestro amor en silencio!
¡Ay, qué alegría, alegría
quererte como te quiero!
Cuando por la noche a solas,
me quedo con tu recuerdo,
derribaría la pared
que separa nuestro sueño.
Rompería con mis manos
de tu cancela los hierros
con tal de verme a tu vera,
tormento de mis tormentos,
y te estaría besando
hasta quitarte el aliento.
Y luego... ¡Qué se me da
quedarme en tus brazos, muerto!...
¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!
Nuestro amor es agonía,
luto, angustia, llanto, miedo,
muerte, pena, sangre, vida,
luna, rosa, sol y viento.
Es morirse a cada paso
y seguir viviendo, luego,
con una espada de punta
siempre pendiente del techo.
Salgo de mi casa al campo
sólo con tu pensamiento,
por acariciar a solas
la tela de aquel pañuelo
que se te cayó un domingo
cuando venías del pueblo,
y que no te he dicho nunca,
mi vida, que yo lo tengo;
y lo estrujo entre mis manos
lo mismo que un limón nuevo,
y miro tus iniciales,
y las repito en silencio
para que ni el campo sepa
lo que yo te estoy queriendo...
Ayer, en la Plaza Nueva,
- vida, no vuelvas a hacerlo-
te vi besar a mi niño,
a mi niño, el más pequeño,
y cómo lo besarías,
¡Ay, Virgen de los Remedios!
que fue la primera vez
que a mí distes un beso.
Llegué corriendo a mi casa
alcé a mi niño del suelo
y, sin que nadie me viera,
como un ladrón en acecho,
en su cara de amapola
mordió mi boca tu beso.
¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!
Mira: pase lo que pase,
aunque se hunda el firmamento,
aunque tu nombre y el mío
lo pisoteen por el suelo,
y aunque la tierra se abra...
Aún cuando lo sepa el pueblo,
y pongan nuestra bandera
de amor a los cuatro vientos,
¡Sígueme queriendo así,
tormento de mis tormentos!
¡¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!!
Mira cómo se me pone
la piel, cuando te recuerdo...
Por la garganta me sube
un río de sangre fresco,
de la herida que atraviesa,
de parte a parte mi cuerpo.
Tengo clavos en las manos,
y cuchillos en los dedos,
y en mi sien, una corona
hecha de alfileres negros.
Mira cómo se me pone
la piel, ca vez que me acuerdo
que soy un hombre casao...
¡Y sin embargo, te quiero!
Entre tu casa y mi casa
hay un muro de silencio;
de ortigas y de chumberas,
de cal, de arenas, de viento,
de madreselvas oscuras
y de vidrios en acecho.
Un muro para que nunca
lo pueda saltar el pueblo,
que anda rondando la llave
que guarda nuestro secreto.
Y yo bien sé que me quieres,
y tú sabes que te quiero,
y lo sabemos los dos,
y nadie puede saberlo...
¡Ay, pena, penita, pena
de nuestro amor en silencio!
¡Ay, qué alegría, alegría
quererte como te quiero!
Cuando por la noche a solas,
me quedo con tu recuerdo,
derribaría la pared
que separa nuestro sueño.
Rompería con mis manos
de tu cancela los hierros
con tal de verme a tu vera,
tormento de mis tormentos,
y te estaría besando
hasta quitarte el aliento.
Y luego... ¡Qué se me da
quedarme en tus brazos, muerto!...
¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!
Nuestro amor es agonía,
luto, angustia, llanto, miedo,
muerte, pena, sangre, vida,
luna, rosa, sol y viento.
Es morirse a cada paso
y seguir viviendo, luego,
con una espada de punta
siempre pendiente del techo.
Salgo de mi casa al campo
sólo con tu pensamiento,
por acariciar a solas
la tela de aquel pañuelo
que se te cayó un domingo
cuando venías del pueblo,
y que no te he dicho nunca,
mi vida, que yo lo tengo;
y lo estrujo entre mis manos
lo mismo que un limón nuevo,
y miro tus iniciales,
y las repito en silencio
para que ni el campo sepa
lo que yo te estoy queriendo...
Ayer, en la Plaza Nueva,
- vida, no vuelvas a hacerlo-
te vi besar a mi niño,
a mi niño, el más pequeño,
y cómo lo besarías,
¡Ay, Virgen de los Remedios!
que fue la primera vez
que a mí distes un beso.
Llegué corriendo a mi casa
alcé a mi niño del suelo
y, sin que nadie me viera,
como un ladrón en acecho,
en su cara de amapola
mordió mi boca tu beso.
¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!
Mira: pase lo que pase,
aunque se hunda el firmamento,
aunque tu nombre y el mío
lo pisoteen por el suelo,
y aunque la tierra se abra...
Aún cuando lo sepa el pueblo,
y pongan nuestra bandera
de amor a los cuatro vientos,
¡Sígueme queriendo así,
tormento de mis tormentos!
¡¡Ay, qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!!
Falquian- Libaciones : 152
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Yo no lo sé.... es lindo.... y triste.....
Eudora-
Libaciones : 5419
Se ubica : Los madriles...
Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Deberian poner q no vale buscar en google a ver si son tan acertivos
PataNegra-
Libaciones : 989
Se ubica : En su casa/su trabajo/su auto
Humor : Cambiente, como el viento
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Lo pensé pero fuí buena y no lo hice... En cuanto a Falquian... recuerda que es inmortal.... de algo tiene que servir...
Eudora-
Libaciones : 5419
Se ubica : Los madriles...
Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Podria ponerse peor eso va en la honestidad de cada uno,esos poemas lso conozco porque tengo el libre de Lope y bueeee soy fanatico de Serrat.
Pero de ultima si buscan en google por lo menos se toman la molestia y aprenden.
Pero de ultima si buscan en google por lo menos se toman la molestia y aprenden.
Falquian- Libaciones : 152
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Serrat... voy a poner en la sala de música un reproductor sólo para él....
Eudora-
Libaciones : 5419
Se ubica : Los madriles...
Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Falquian, nos rendimos.... ¿de quién es? Y si tienes la canción y me la pasas, puedo subirla en la sala de música.
Eudora-
Libaciones : 5419
Se ubica : Los madriles...
Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Su título es PENAS Y ALEGRIAS DEL AMOR, poema andaluz, cuyo autor es Rafael de León.En argentina la interpreto mucho tiempo un grupo llamado LOS NOCHEROS , no son de mi aficcion personal pero buscare la cancion y se la paso.
Falquian- Libaciones : 152
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Historias del jardín de las anécdotas
El rey de Si Hsia, temeroso de las huestes de T’ie Mu-jen, invitó a su líder a tomar el té una tarde calurosa. La lejana polvareda anunció la llegada del centauro. Al acercarse al palacio, T’ie Mu-jen observó cómo el rey y sus eunucos se prosternaban al suelo con grandes gritos y lamentaciones. El rey dejó de darse golpes con la frente en el polvo del camino al sentir la mano de T’ie Mu-jen que lo instaba a pararse.
Conducidos por el rey, los hombres del centauro tomaron sus asientos alrededor de una mesa en el jardín interior de palacio. El rey explicó que ese era el Jardín de las Anécdotas, donde el viento contaba fábulas hermosas y prudentes. Luego de un rato, T’ie Mu-jen mandó callar a sus hombres para escuchar las historias.
La cigarra, la mantis y el gorrión
Un mayordomo del reino de Wu tomó una mañana una honda y unos guijarros y anduvo por el jardín trasero hasta que sus ropas se humedecieron de rocío. Lo hizo durante tres mañanas.
Ven acá –le ordenó el príncipe–. ¿Qué haces para que se mojen tus ropas de rocío?
Hay un árbol en el jardín –dijo el mayordomo–, y en él una cigarra. Esta cigarra ahí posada, chirriando y bebiéndose el rocío, no sabe que hay una mantis detrás. Y la mantis estirándose cuan larga es, levanta las patas para atrapar a la cigarra, sin saber que hay un gorrión cerca. El gorrión, a su vez, alarga su cuello para picar a la mantis, sin darse cuenta que abajo alguien espera con una honda. Estas tres criaturas están tan ansiosas de beneficiarse con lo que tienen ante sus ojos que no advierten el peligro a sus espaldas.
T’ie Mu-jen sintió que alguien lo vigilaba, pero al voltear sólo encontró el jardín solitario. Sus hombres también voltearon estremecidos. El centauro, para calmar los ánimos, pidió más té y se dispuso a escuchar la segunda historia.
Armadura
Un día Tian-zan se presentó ante el príncipe de Jing hecho un andrajoso.
Su vestimenta está bastante raída, señor, comentó el príncipe.
Hay ropas peores que éstas, contestó Tian-zan.
Dígame, por favor, ¿cuáles son?
La armadura es peor.
¿Qué quiere decir con eso?
Es fría en invierno y caliente en verano; por eso no hay ropa más infame que una armadura. Ya que soy pobre, es natural que mis ropas sean andrajosas; pero Su Alteza es un príncipe con diez mil carrozas y una incalculable fortuna; sin embargo le gusta vestir a los hombres de armaduras. Esto no lo puedo comprender. ¿Tal vez Su Alteza busca la fama? Pero la armadura se usa en la guerra, cuando a los hombres se les corta la cabeza y se acribilla sus cuerpos; se arrasan sus ciudades y se tortura a sus padres y a sus hijos; lo cual nada tiene de glorioso. ¿O tal vez va Su Alteza en busca de ganancias? Pero si trata de dañar a otros, otros tratarán de dañarle, y si Su Alteza pone en peligro sus vidas, harán peligrar la suya. Así no conquistará tribulaciones para sus propios hombres. Si yo fuera Su Alteza, no haría la guerra, ni por lo uno ni por lo otro.
El príncipe de Jing no pudo replicar.
T’ie Mu-jen, visiblemente consternado, volteó a ver a sus hombres, quienes asentían llorosos con cada palabra y se quitaban con tiento la armadura. T’ie Mu-jen sintió que el corazón se le oprimía, y decidió escuchar la siguiente historia.
El guerrero malherido
En el reino de Liang un campesino vio a un hombre malherido cerca de un árbol. Lo llevó a su casa y le preparó una sopa con la liebre que había cazado ese día.
¿Por qué estás malherido?, le preguntó mientras lo curaba.
Porque estuve en la guerra, contestó el hombre.
Pero aquí no hay guerra –dijo el campesino–. Hace años que no hay guerra. Los pueblos se han puesto de acuerdo de forma que no exista razón por la cual pelearse. Sin embargo, por hombres como tú, la guerra regresa. Los hombres cobardes que atribuyen sus errores al dolor de los pueblos no merecen vivir ni recibir las atenciones de sus semejantes.
El malherido tuvo que aceptar que se había caído del árbol y salió avergonzado de casa del campesino.
Los hombres del centauro gimotearon con fuertes alaridos. T’ie Mu-jen también sintió un pesar desconocido. No acertaba a comprender de dónde provenía tal amargura. Pero en un atisbo de claridad se puso en pie, con un rápido movimiento sacó su espada y cortó la cabeza del rey. Luego salió de palacio, jurando que al otro día destruiría el jardín de las anécdotas junto con toda la comarca.
T’ie Mu-jen estuvo a punto de ser engañado. No toleraba semejante cosa. Pero dio un día al reino aterrado para que eligiera un nuevo rey. Tampoco toleraba hacer la guerra a una turba sin cabeza.
Conducidos por el rey, los hombres del centauro tomaron sus asientos alrededor de una mesa en el jardín interior de palacio. El rey explicó que ese era el Jardín de las Anécdotas, donde el viento contaba fábulas hermosas y prudentes. Luego de un rato, T’ie Mu-jen mandó callar a sus hombres para escuchar las historias.
La cigarra, la mantis y el gorrión
Un mayordomo del reino de Wu tomó una mañana una honda y unos guijarros y anduvo por el jardín trasero hasta que sus ropas se humedecieron de rocío. Lo hizo durante tres mañanas.
Ven acá –le ordenó el príncipe–. ¿Qué haces para que se mojen tus ropas de rocío?
Hay un árbol en el jardín –dijo el mayordomo–, y en él una cigarra. Esta cigarra ahí posada, chirriando y bebiéndose el rocío, no sabe que hay una mantis detrás. Y la mantis estirándose cuan larga es, levanta las patas para atrapar a la cigarra, sin saber que hay un gorrión cerca. El gorrión, a su vez, alarga su cuello para picar a la mantis, sin darse cuenta que abajo alguien espera con una honda. Estas tres criaturas están tan ansiosas de beneficiarse con lo que tienen ante sus ojos que no advierten el peligro a sus espaldas.
T’ie Mu-jen sintió que alguien lo vigilaba, pero al voltear sólo encontró el jardín solitario. Sus hombres también voltearon estremecidos. El centauro, para calmar los ánimos, pidió más té y se dispuso a escuchar la segunda historia.
Armadura
Un día Tian-zan se presentó ante el príncipe de Jing hecho un andrajoso.
Su vestimenta está bastante raída, señor, comentó el príncipe.
Hay ropas peores que éstas, contestó Tian-zan.
Dígame, por favor, ¿cuáles son?
La armadura es peor.
¿Qué quiere decir con eso?
Es fría en invierno y caliente en verano; por eso no hay ropa más infame que una armadura. Ya que soy pobre, es natural que mis ropas sean andrajosas; pero Su Alteza es un príncipe con diez mil carrozas y una incalculable fortuna; sin embargo le gusta vestir a los hombres de armaduras. Esto no lo puedo comprender. ¿Tal vez Su Alteza busca la fama? Pero la armadura se usa en la guerra, cuando a los hombres se les corta la cabeza y se acribilla sus cuerpos; se arrasan sus ciudades y se tortura a sus padres y a sus hijos; lo cual nada tiene de glorioso. ¿O tal vez va Su Alteza en busca de ganancias? Pero si trata de dañar a otros, otros tratarán de dañarle, y si Su Alteza pone en peligro sus vidas, harán peligrar la suya. Así no conquistará tribulaciones para sus propios hombres. Si yo fuera Su Alteza, no haría la guerra, ni por lo uno ni por lo otro.
El príncipe de Jing no pudo replicar.
T’ie Mu-jen, visiblemente consternado, volteó a ver a sus hombres, quienes asentían llorosos con cada palabra y se quitaban con tiento la armadura. T’ie Mu-jen sintió que el corazón se le oprimía, y decidió escuchar la siguiente historia.
El guerrero malherido
En el reino de Liang un campesino vio a un hombre malherido cerca de un árbol. Lo llevó a su casa y le preparó una sopa con la liebre que había cazado ese día.
¿Por qué estás malherido?, le preguntó mientras lo curaba.
Porque estuve en la guerra, contestó el hombre.
Pero aquí no hay guerra –dijo el campesino–. Hace años que no hay guerra. Los pueblos se han puesto de acuerdo de forma que no exista razón por la cual pelearse. Sin embargo, por hombres como tú, la guerra regresa. Los hombres cobardes que atribuyen sus errores al dolor de los pueblos no merecen vivir ni recibir las atenciones de sus semejantes.
El malherido tuvo que aceptar que se había caído del árbol y salió avergonzado de casa del campesino.
Los hombres del centauro gimotearon con fuertes alaridos. T’ie Mu-jen también sintió un pesar desconocido. No acertaba a comprender de dónde provenía tal amargura. Pero en un atisbo de claridad se puso en pie, con un rápido movimiento sacó su espada y cortó la cabeza del rey. Luego salió de palacio, jurando que al otro día destruiría el jardín de las anécdotas junto con toda la comarca.
T’ie Mu-jen estuvo a punto de ser engañado. No toleraba semejante cosa. Pero dio un día al reino aterrado para que eligiera un nuevo rey. Tampoco toleraba hacer la guerra a una turba sin cabeza.
PataNegra-
Libaciones : 989
Se ubica : En su casa/su trabajo/su auto
Humor : Cambiente, como el viento
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Antes que nada, decir que este poema es de composición propia y reciente, así que sean comprensivos
Para aclarar un poco, os dire que la flor, hace referencia a la Edelweiss.. que imagino, todos sabreis las leyendas y tradiciones que la rodean
Hermosa, inteligente y dulce
tierna, sensual y pasional
es bello todo lo que ella hace
una dama de lo más cabal
fuerte como el cierzo
dura como la almendra
se que si yo tropiezo
ella me sostendra
no hay mayor brillo
que tus ojos al mirarme
atrapandome en tu castillo
haciendo que yo te ame
tratando de encontrarme
te halle sin buscarte
ante ti me desarme
nunca podre olvidarte
sin ti me siento vacio
perdido en el oscuro mundo
si no te tengo angel mio
junto a mi, a mi lado
tierna y bella kayla
para demostrarte mi amor
la encrespada montaña escale
y con orgullo te traigo la flor
Para aclarar un poco, os dire que la flor, hace referencia a la Edelweiss.. que imagino, todos sabreis las leyendas y tradiciones que la rodean
Hermosa, inteligente y dulce
tierna, sensual y pasional
es bello todo lo que ella hace
una dama de lo más cabal
fuerte como el cierzo
dura como la almendra
se que si yo tropiezo
ella me sostendra
no hay mayor brillo
que tus ojos al mirarme
atrapandome en tu castillo
haciendo que yo te ame
tratando de encontrarme
te halle sin buscarte
ante ti me desarme
nunca podre olvidarte
sin ti me siento vacio
perdido en el oscuro mundo
si no te tengo angel mio
junto a mi, a mi lado
tierna y bella kayla
para demostrarte mi amor
la encrespada montaña escale
y con orgullo te traigo la flor
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Queeeeeeee bonitooooooooo........ que suerte tiene Kayla, nuestro querido Kourancito al final e un romántico........ :*beso2:
Oye ¿y esa foto que te has puesto.....?
Oye ¿y esa foto que te has puesto.....?
Eudora-
Libaciones : 5419
Se ubica : Los madriles...
Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala de los poetas locos (que de poetas y locos todos tenemos un poco)
Eso ya lo sabias tú ^^ (solo que lo escondo muy bien, como un huevo kinde xD)
Es la primera Livia (su avatar xD), es mi actriz favorita, Claire Fornali, en la primera peli que la vi, loca academia de policia xD
Es la primera Livia (su avatar xD), es mi actriz favorita, Claire Fornali, en la primera peli que la vi, loca academia de policia xD
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