La sala del buen yantar y mejor beber
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Eudora
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Sir Alex
PataNegra
RASTOR
Alvhia
Atenodoro
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Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Hiii
Joel con la mami... ale... las hijas también al convento....
Joel con la mami... ale... las hijas también al convento....
Eudora-
Libaciones : 5419
Se ubica : Los madriles...
Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Na, este fue un corta y pega...el siguiente cante no...y además en la lengua de los antepasado.
:*birra: Me aclaro la garganta...y empiezo
:*birra: Me aclaro la garganta...y empiezo
Atenodoro-
Libaciones : 1839
Se ubica : Asturies
Humor : Mucho.
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
precioso y divertido GENIAL atenodoro :-)
Alvhia- Libaciones : 1294
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
hola buenas noches me podrian servir una cerveza fria como siempre plis
sir black-
Libaciones : 342
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Por supuesto Sir Black :**jarra: Tomad y sentáos a nuestro lado. Hoy la noche se presenta musical...
Eudora-
Libaciones : 5419
Se ubica : Los madriles...
Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
vaya vaya cerveza y musica una convinacion especial
gracias eu por convidarme sentar en vuestra mesa
gracias eu por convidarme sentar en vuestra mesa
sir black-
Libaciones : 342
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
venga atenodoro, ¿aun no teaclarste la garganta?
Buenas noches sir black
Buenas noches sir black
Alvhia- Libaciones : 1294
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
buenas noches un gusto verla señorita Alvhia
sir black-
Libaciones : 342
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
[i]Déxame la puerta abierta
nun me faigas más naguar:
si nun te tengo esta nueche
¡nun sé lo que va a pasar!.
Más quinxera yo, rapaza,
dormir de nueche contigo
que tener perres abondo
y los praos fartos de trigu,
y dempués d'haber dormío
quinxera tamién tener
perres y trigu a palaes,
pero contigo, muyer.
Si crees que ye pidir muncho
dexar la puerta entornada
ábreme un pocu'l ventanu
pa que yo pueda esguilar.
Matábenme los amores
cuando te diba a buscar,
alcontréte nos maizales,
nun me lo quixisti dar.
Más quinxera yo, rapaza,
dormir de nueche contigo
que tener perres abondo
y los praos fartos de trigu,
y dempués d'haber dormío
quinxera tamién tener
perres y trigu a palaes,
pero contigo, muyer.
[/i]nun me faigas más naguar:
si nun te tengo esta nueche
¡nun sé lo que va a pasar!.
Más quinxera yo, rapaza,
dormir de nueche contigo
que tener perres abondo
y los praos fartos de trigu,
y dempués d'haber dormío
quinxera tamién tener
perres y trigu a palaes,
pero contigo, muyer.
Si crees que ye pidir muncho
dexar la puerta entornada
ábreme un pocu'l ventanu
pa que yo pueda esguilar.
Matábenme los amores
cuando te diba a buscar,
alcontréte nos maizales,
nun me lo quixisti dar.
Más quinxera yo, rapaza,
dormir de nueche contigo
que tener perres abondo
y los praos fartos de trigu,
y dempués d'haber dormío
quinxera tamién tener
perres y trigu a palaes,
pero contigo, muyer.
Atenodoro-
Libaciones : 1839
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Humor : Mucho.
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
señores aqui tengo otra
Mes de mayo, mes de mayo,
mes de mayo, primavera,
Cuando los pobres soldados
marchaban para la guerra.
El soldado que va en medio
es el que más pena lleva.
Le pregunta el capitán:
¿Por qué llevas tanta pena?
¿Es por madre? ¿Es por padre?
¿O es por venir a la guerra?
Ni es por madre, ni es por padre,
ni es por venir a la guerra,
es por mi querida novia,
que se va a morir de pena.
Coge el caballo, soldado,
y marcha para tu tierra,
que por un soldado menos
no se va a perder la guerra.
Mes de mayo, mes de mayo,
mes de mayo, primavera,
Cuando los pobres soldados
marchaban para la guerra.
El soldado que va en medio
es el que más pena lleva.
Le pregunta el capitán:
¿Por qué llevas tanta pena?
¿Es por madre? ¿Es por padre?
¿O es por venir a la guerra?
Ni es por madre, ni es por padre,
ni es por venir a la guerra,
es por mi querida novia,
que se va a morir de pena.
Coge el caballo, soldado,
y marcha para tu tierra,
que por un soldado menos
no se va a perder la guerra.
sir black-
Libaciones : 342
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
plas plas plas
genial atenodoro :-)
genial atenodoro :-)
Alvhia- Libaciones : 1294
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Bravo!!
Me gusta Eu cerveza a mi y vino del bueno a la dama!!
Me gusta Eu cerveza a mi y vino del bueno a la dama!!
Atenodoro-
Libaciones : 1839
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Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Y a Sir Black por el Romance
Atenodoro-
Libaciones : 1839
Se ubica : Asturies
Humor : Mucho.
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Muy bonita sir black :-)
venga ahora yo una,esperar un segundo
venga ahora yo una,esperar un segundo
Alvhia- Libaciones : 1294
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
a ver si os agrada este romance :-)
espero no desafinar demasiado:
ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA
(Anónimo)
A un capitán sevillano
siete hijas le dio Dios
y tuvo la mala suerte
que ninguno fue varón.
Un día la más pequeña
le cayó la inclinación
de que se fuera a la guerra
vestidita de varón.
- Hija, no vayas, no vayas,
que te van a conocer,
llevas el pelo muy largo
y dirán que eres mujer.
- Padre, si lo llevo largo,
padre, córtemelo usted
que con el pelo cortado
un varón pareceré.
Siete años en la guerra
y nadie la conoció.
Un día al subir al caballo
la espada se le cayó
y en vez de decir maldito,
dijo, ¡maldita sea yo!
El rey que la estaba oyendo
a palacio la llevó;
arreglaron los papeles
y con ella se casó.
Aquí se acaba la historia
de la niña y el varón
espero no desafinar demasiado:
ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA
(Anónimo)
A un capitán sevillano
siete hijas le dio Dios
y tuvo la mala suerte
que ninguno fue varón.
Un día la más pequeña
le cayó la inclinación
de que se fuera a la guerra
vestidita de varón.
- Hija, no vayas, no vayas,
que te van a conocer,
llevas el pelo muy largo
y dirán que eres mujer.
- Padre, si lo llevo largo,
padre, córtemelo usted
que con el pelo cortado
un varón pareceré.
Siete años en la guerra
y nadie la conoció.
Un día al subir al caballo
la espada se le cayó
y en vez de decir maldito,
dijo, ¡maldita sea yo!
El rey que la estaba oyendo
a palacio la llevó;
arreglaron los papeles
y con ella se casó.
Aquí se acaba la historia
de la niña y el varón
Alvhia- Libaciones : 1294
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
hay otraversion delmismo romance, mas divertida :-) aversi la recuerdo
Alvhia- Libaciones : 1294
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Como me suena...creo que lo escuché hace poco de manos de algún buen trovador...pero claro, no mejor que mi querida Alvhia cuya voz me eleva.
:*birra:
:*birra:
Atenodoro-
Libaciones : 1839
Se ubica : Asturies
Humor : Mucho.
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
XD ta buena de todos modos y cantas muy melodioso
sir black-
Libaciones : 342
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Me pongo en pie y miro a los parroquianos. Trago saliva, y empiezo a tocar y cantar:
La triste reina de Nápoles
sola va, sin compañía;
va llorando y gritos dando
do su mal contar podía;
¡Quién amase la tristeza
y aborreciese alegría,
porque sepan los mis ojos
cuanto lloro yo tenía!
Yo lloré el rey, mi marido,
las cosas que yo más quería:
lloré al príncipe don Pedro,
que era la flor de Castilla.
Vínome lloro tras lloro,
sin haber consuelo un día.
Yo me estando en esos lloros,
vínome mensajería
de aquese buen rey de Francia,
que el mi reino me pedía.
Subiérame a una torre,
la más alta que tenía,
vi venir siete galeras
que en mi socorro venían;
dentro venía un caballero,
almirante de Castilla.
¡Bien vengas, el caballero,
buena sea tu venida!
La triste reina de Nápoles
sola va, sin compañía;
va llorando y gritos dando
do su mal contar podía;
¡Quién amase la tristeza
y aborreciese alegría,
porque sepan los mis ojos
cuanto lloro yo tenía!
Yo lloré el rey, mi marido,
las cosas que yo más quería:
lloré al príncipe don Pedro,
que era la flor de Castilla.
Vínome lloro tras lloro,
sin haber consuelo un día.
Yo me estando en esos lloros,
vínome mensajería
de aquese buen rey de Francia,
que el mi reino me pedía.
Subiérame a una torre,
la más alta que tenía,
vi venir siete galeras
que en mi socorro venían;
dentro venía un caballero,
almirante de Castilla.
¡Bien vengas, el caballero,
buena sea tu venida!
Atenodoro-
Libaciones : 1839
Se ubica : Asturies
Humor : Mucho.
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Muy bien atenodoro :-)
y buena voz :-)
Ahora cantare yo otra version del romance que antes cante
y buena voz :-)
Ahora cantare yo otra version del romance que antes cante
Alvhia- Libaciones : 1294
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA
Pregonadas son las guerras de Francia para Aragón,
¡Cómo las haré yo, triste, viejo y cano, pecador!
¡No reventaras, condesa, por medio del corazón,
que me diste siete hijas, y entre ellas ningún varón!
Allí habló la más chiquita, en razones la mayor:
-No maldigáis a mi madre, que a la guerra me iré yo;
me daréis las vuestras armas, vuestro caballo trotón.
-Conocerante en los pechos, que asoman bajo el jubón.
-Yo los apretaré, padre, al par de mi corazón.
-Tienes las manos muy blancas, hija no son de varón.
-Yo les quitaré los guantes para que las queme el sol.
-Conocerante en los ojos, que otros más lindos no son.
-Yo los revolveré, padre, como si fuera un traidor.
Al despedirse de todos, se le olvida lo mejor:
-¿Cómo me he de llamar, padre? -Don Martín el de Aragón.
-Y para entrar en las cortes, padre ¿cómo diré yo?
-Bésoos la mano, buen rey, las cortes las guarde Dios.
Dos años anduvo en guerra y nadie la conoció
si no fue el hijo del rey que en sus ojos se prendó.
-Herido vengo, mi madre, de amores me muero yo;
los ojos de Don Martín son de mujer, de hombre no.
-Convídalo tú, mi hijo, a las tiendas a feriar,
si Don Martín es mujer, las galas ha de mirar.
Don Martín como discreto, a mirar las armas va:
-¡Qué rico puñal es éste, para con moros pelear!
-Herido vengo, mi madre, amores me han de matar,
los ojos de Don Martín roban el alma al mirar.
-Llevarásla tú, hijo mío, a la huerta a solazar;
si Don Martín es mujer, a los almendros irá.
Don Martín deja las flores, un vara va a cortar:
-¡Oh, qué varita de fresno para el caballo arrear!
-Hijo, arrójale al regazo tus anillas al jugar:
si Don Martín es varón, las rodillas juntará;
pero si las separase, por mujer se mostrará.
Don Martín muy avisado hubiéralas de juntar.
-Herido vengo, mi madre, amores me han de matar;
los ojos de Don Martín nunca los puedo olvidar.
-Convídalo tú, mi hijo, en los baños a nadar.
Todos se están desnudando; Don Martín muy triste está:
-Cartas me fueron venidas, cartas de grande pesar,
que se halla el Conde mi padre enfermo para finar.
Licencia le pido al rey para irle a visitar.
-Don Martín, esa licencia no te la quiero estorbar.
Ensilla el caballo blanco, de un salto en él va a montar;
por unas vegas arriba corre como un gavilán:
-Adiós, adiós, el buen rey, y tu palacio real;
que dos años te sirvió una doncella leal!
Óyela el hijo del rey, trás ella va a cabalgar.
-Corre, corre, hijo del rey que no me habrás de alcanzar
hasta en casa de mi padre si quieres irme a buscar.
Campanitas de mi iglesia, ya os oigo repicar;
puentecito, puentecito del río de mi lugar,
una vez te pasé virgen, virgen te vuelvo a pasar.
Abra las puertas, mi padre, ábralas de par en par.
Madre, sáqueme la rueca que traigo ganas de hilar,
que las armas y el caballo bien los supe manejar.
Tras ella el hijo del rey a la puerta fue a llamar.
Pregonadas son las guerras de Francia para Aragón,
¡Cómo las haré yo, triste, viejo y cano, pecador!
¡No reventaras, condesa, por medio del corazón,
que me diste siete hijas, y entre ellas ningún varón!
Allí habló la más chiquita, en razones la mayor:
-No maldigáis a mi madre, que a la guerra me iré yo;
me daréis las vuestras armas, vuestro caballo trotón.
-Conocerante en los pechos, que asoman bajo el jubón.
-Yo los apretaré, padre, al par de mi corazón.
-Tienes las manos muy blancas, hija no son de varón.
-Yo les quitaré los guantes para que las queme el sol.
-Conocerante en los ojos, que otros más lindos no son.
-Yo los revolveré, padre, como si fuera un traidor.
Al despedirse de todos, se le olvida lo mejor:
-¿Cómo me he de llamar, padre? -Don Martín el de Aragón.
-Y para entrar en las cortes, padre ¿cómo diré yo?
-Bésoos la mano, buen rey, las cortes las guarde Dios.
Dos años anduvo en guerra y nadie la conoció
si no fue el hijo del rey que en sus ojos se prendó.
-Herido vengo, mi madre, de amores me muero yo;
los ojos de Don Martín son de mujer, de hombre no.
-Convídalo tú, mi hijo, a las tiendas a feriar,
si Don Martín es mujer, las galas ha de mirar.
Don Martín como discreto, a mirar las armas va:
-¡Qué rico puñal es éste, para con moros pelear!
-Herido vengo, mi madre, amores me han de matar,
los ojos de Don Martín roban el alma al mirar.
-Llevarásla tú, hijo mío, a la huerta a solazar;
si Don Martín es mujer, a los almendros irá.
Don Martín deja las flores, un vara va a cortar:
-¡Oh, qué varita de fresno para el caballo arrear!
-Hijo, arrójale al regazo tus anillas al jugar:
si Don Martín es varón, las rodillas juntará;
pero si las separase, por mujer se mostrará.
Don Martín muy avisado hubiéralas de juntar.
-Herido vengo, mi madre, amores me han de matar;
los ojos de Don Martín nunca los puedo olvidar.
-Convídalo tú, mi hijo, en los baños a nadar.
Todos se están desnudando; Don Martín muy triste está:
-Cartas me fueron venidas, cartas de grande pesar,
que se halla el Conde mi padre enfermo para finar.
Licencia le pido al rey para irle a visitar.
-Don Martín, esa licencia no te la quiero estorbar.
Ensilla el caballo blanco, de un salto en él va a montar;
por unas vegas arriba corre como un gavilán:
-Adiós, adiós, el buen rey, y tu palacio real;
que dos años te sirvió una doncella leal!
Óyela el hijo del rey, trás ella va a cabalgar.
-Corre, corre, hijo del rey que no me habrás de alcanzar
hasta en casa de mi padre si quieres irme a buscar.
Campanitas de mi iglesia, ya os oigo repicar;
puentecito, puentecito del río de mi lugar,
una vez te pasé virgen, virgen te vuelvo a pasar.
Abra las puertas, mi padre, ábralas de par en par.
Madre, sáqueme la rueca que traigo ganas de hilar,
que las armas y el caballo bien los supe manejar.
Tras ella el hijo del rey a la puerta fue a llamar.
Alvhia- Libaciones : 1294
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
¡Qué bonitas! Me gustan...
Tengan vuesas mercedes, que tanto cantar les ha debido dejar seco el gaznate.... :*grifo: :*refresco:
Tengan vuesas mercedes, que tanto cantar les ha debido dejar seco el gaznate.... :*grifo: :*refresco:
Eudora-
Libaciones : 5419
Se ubica : Los madriles...
Humor : Mutable, como buena géminis
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
la cante muy flojito,y os costaria escucharla,asi que la repitomas fuerte :-)
disculpar
ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA
Pregonadas son las guerras de Francia para Aragón,
¡Cómo las haré yo, triste, viejo y cano, pecador!
¡No reventaras, condesa, por medio del corazón,
que me diste siete hijas, y entre ellas ningún varón!
Allí habló la más chiquita, en razones la mayor:
-No maldigáis a mi madre, que a la guerra me iré yo;
me daréis las vuestras armas, vuestro caballo trotón.
-Conocerante en los pechos, que asoman bajo el jubón.
-Yo los apretaré, padre, al par de mi corazón.
-Tienes las manos muy blancas, hija no son de varón.
-Yo les quitaré los guantes para que las queme el sol.
-Conocerante en los ojos, que otros más lindos no son.
-Yo los revolveré, padre, como si fuera un traidor.
Al despedirse de todos, se le olvida lo mejor:
-¿Cómo me he de llamar, padre? -Don Martín el de Aragón.
-Y para entrar en las cortes, padre ¿cómo diré yo?
-Bésoos la mano, buen rey, las cortes las guarde Dios.
Dos años anduvo en guerra y nadie la conoció
si no fue el hijo del rey que en sus ojos se prendó.
-Herido vengo, mi madre, de amores me muero yo;
los ojos de Don Martín son de mujer, de hombre no.
-Convídalo tú, mi hijo, a las tiendas a feriar,
si Don Martín es mujer, las galas ha de mirar.
Don Martín como discreto, a mirar las armas va:
-¡Qué rico puñal es éste, para con moros pelear!
-Herido vengo, mi madre, amores me han de matar,
los ojos de Don Martín roban el alma al mirar.
-Llevarásla tú, hijo mío, a la huerta a solazar;
si Don Martín es mujer, a los almendros irá.
Don Martín deja las flores, un vara va a cortar:
-¡Oh, qué varita de fresno para el caballo arrear!
-Hijo, arrójale al regazo tus anillas al jugar:
si Don Martín es varón, las rodillas juntará;
pero si las separase, por mujer se mostrará.
Don Martín muy avisado hubiéralas de juntar.
-Herido vengo, mi madre, amores me han de matar;
los ojos de Don Martín nunca los puedo olvidar.
-Convídalo tú, mi hijo, en los baños a nadar.
Todos se están desnudando; Don Martín muy triste está:
-Cartas me fueron venidas, cartas de grande pesar,
que se halla el Conde mi padre enfermo para finar.
Licencia le pido al rey para irle a visitar.
-Don Martín, esa licencia no te la quiero estorbar.
Ensilla el caballo blanco, de un salto en él va a montar;
por unas vegas arriba corre como un gavilán:
-Adiós, adiós, el buen rey, y tu palacio real;
que dos años te sirvió una doncella leal!
Óyela el hijo del rey, trás ella va a cabalgar.
-Corre, corre, hijo del rey que no me habrás de alcanzar
hasta en casa de mi padre si quieres irme a buscar.
Campanitas de mi iglesia, ya os oigo repicar;
puentecito, puentecito del río de mi lugar,
una vez te pasé virgen, virgen te vuelvo a pasar.
Abra las puertas, mi padre, ábralas de par en par.
Madre, sáqueme la rueca que traigo ganas de hilar,
que las armas y el caballo bien los supe manejar.
Tras ella el hijo del rey a la puerta fue a llamar.
disculpar
ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA
Pregonadas son las guerras de Francia para Aragón,
¡Cómo las haré yo, triste, viejo y cano, pecador!
¡No reventaras, condesa, por medio del corazón,
que me diste siete hijas, y entre ellas ningún varón!
Allí habló la más chiquita, en razones la mayor:
-No maldigáis a mi madre, que a la guerra me iré yo;
me daréis las vuestras armas, vuestro caballo trotón.
-Conocerante en los pechos, que asoman bajo el jubón.
-Yo los apretaré, padre, al par de mi corazón.
-Tienes las manos muy blancas, hija no son de varón.
-Yo les quitaré los guantes para que las queme el sol.
-Conocerante en los ojos, que otros más lindos no son.
-Yo los revolveré, padre, como si fuera un traidor.
Al despedirse de todos, se le olvida lo mejor:
-¿Cómo me he de llamar, padre? -Don Martín el de Aragón.
-Y para entrar en las cortes, padre ¿cómo diré yo?
-Bésoos la mano, buen rey, las cortes las guarde Dios.
Dos años anduvo en guerra y nadie la conoció
si no fue el hijo del rey que en sus ojos se prendó.
-Herido vengo, mi madre, de amores me muero yo;
los ojos de Don Martín son de mujer, de hombre no.
-Convídalo tú, mi hijo, a las tiendas a feriar,
si Don Martín es mujer, las galas ha de mirar.
Don Martín como discreto, a mirar las armas va:
-¡Qué rico puñal es éste, para con moros pelear!
-Herido vengo, mi madre, amores me han de matar,
los ojos de Don Martín roban el alma al mirar.
-Llevarásla tú, hijo mío, a la huerta a solazar;
si Don Martín es mujer, a los almendros irá.
Don Martín deja las flores, un vara va a cortar:
-¡Oh, qué varita de fresno para el caballo arrear!
-Hijo, arrójale al regazo tus anillas al jugar:
si Don Martín es varón, las rodillas juntará;
pero si las separase, por mujer se mostrará.
Don Martín muy avisado hubiéralas de juntar.
-Herido vengo, mi madre, amores me han de matar;
los ojos de Don Martín nunca los puedo olvidar.
-Convídalo tú, mi hijo, en los baños a nadar.
Todos se están desnudando; Don Martín muy triste está:
-Cartas me fueron venidas, cartas de grande pesar,
que se halla el Conde mi padre enfermo para finar.
Licencia le pido al rey para irle a visitar.
-Don Martín, esa licencia no te la quiero estorbar.
Ensilla el caballo blanco, de un salto en él va a montar;
por unas vegas arriba corre como un gavilán:
-Adiós, adiós, el buen rey, y tu palacio real;
que dos años te sirvió una doncella leal!
Óyela el hijo del rey, trás ella va a cabalgar.
-Corre, corre, hijo del rey que no me habrás de alcanzar
hasta en casa de mi padre si quieres irme a buscar.
Campanitas de mi iglesia, ya os oigo repicar;
puentecito, puentecito del río de mi lugar,
una vez te pasé virgen, virgen te vuelvo a pasar.
Abra las puertas, mi padre, ábralas de par en par.
Madre, sáqueme la rueca que traigo ganas de hilar,
que las armas y el caballo bien los supe manejar.
Tras ella el hijo del rey a la puerta fue a llamar.
Alvhia- Libaciones : 1294
Re: La sala del buen yantar y mejor beber
Me gustó más le versión 2 Alvhia...XD
Atenodoro-
Libaciones : 1839
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